nuevo capitulo

Erika decidio repentinamente, dejar toda esta historia de lado, dejar el pasado. Ponerle un punto.
Habló con su padre esta mañana y le dijo que en tres días iría a visitarlo y se instalaría cuatro días en su antigua casa, su antiguo hogar.

Todavía no consiguió trabajo y realmente se sentía cansada, abatida,y preocupada. pero esto no se lo comunicó. Nada de lamentos.
Ire a descansar, se dijo. A visitar a mi padre y mis amigos. Creo que necesito volver unos días a casa. volver a dormir en mi cama, recorrer el pueblo, la plaza. Respirar otro aire.

El año recien comenzaba, era el mes de abril. Ya todos habian comenzado sus actividades, los niños la escuela, los jovenes la universidad, el trabajo.
Erika todavía no tenía definido su año. Por el momento había conseguido darle clases de pintura a una mujer mayor de vez en cuando. A ella le gustaba este trabajo, salvo por lo lejos que vivía Ester, su alumna, y la soledad y necesidad de compañia que veia en esta mujer.
Ester había sido azafata, y hacia rato que había dejado de volar. Tenía 75 años, era soltera, y le había contado, en una de las clases, que tenía cuatro sobrinos, hijos de su hermano, pero solía verlos muy poco. Tenía tambien nueve sobrinos nietos ya que dos de sus sobrinos eran casados.

Erika en las clases, hasta el momento, tres, platicaba y preguntaba muy entusiasmada a Ester acerca de sus viajes por el país y el mundo. Y añoraba poder ella viajar tambien algún día.

Pero Ester estaba enferma esta semana, y es por eso, que la joven decidió ir de visitas para ver a su padre.
LLegado el día y de mañana, armó un pequeño bolso, tomó su cámara, y se dirigió a la terminal de trenes. El viaje duraraba unas nueve horas, y ella sabía que se aburriría si no le tocaba el asiento de la ventana, ya que jamas dormía en los viajes.

Y así fue, pasillo, al lado de una jovencita y su bebe de pocos meses. Lo sabía. el viaje sería denso, y no solo aburrido, sino con llantos seguramente.
Bueno, se dijo. Ya está. Haré lo imposible por dormir; y sino lo logro... no importa tengo estos cuatro días para descansar. Cerró los ojos e increiblemente comenzo a relajarse y de repente entró en un profundo sueño.