miércoles, 14 de abril de 2010

momento de aclarar los pensamientos

Erika llegó a su casa, saludo rapidamente a su padre, y le comunicó que no comería esa noche, necesita descansar. Subió a su cuarto.
se tiró en su cama. Y empezó a recordar las escenas de ese día, particularmente su encuentro con Cruz.
No podía entender, como no lo había borrado de su mente, a pesar de todos sus intentos, de tratar de aparenter el haber superado esa etapa, el haberlo visto la había dejado turbada, indefensa, y ahora no entendía nada. El le declaraba su amor, ´tenía explicaciones por dar.


Pero todo había sido complicado, todo había terminado tan mal, tan repentinamente. Su mudanza a La Plata.

No tenía ganas de pensar, pero esta situación la sobrepasaba, y necesitaba recordar cómo habían terminado las cosas hacía ya tres meses.

Se habían conocido en el curso, con idas y vueltas, ella siempre tan perfecta, tan segura, tan aplicada, esa la imagen que transmitía a todos, por dentro sentía una gran timidez, un temor desmedido a enfrentarse a un nuevo grupo, un curso divertido pero numeroso. Allí conoció a Diana, su gran amiga, su oído, con quien podía hablar de todo lo que realmente le pasaba, y allí también conoció a Cruz.
Este no le manifestaba ningún interés, aunque varias veces se sentía observada durante las clases por él. Pero él era así con todas, canchero, entrador, no paraba de fijarse en cada una de las mujeres que integrabamos el curso.
Encima su primera impresión de él, fue que era totalmente arrogante, engreído e inmaduro. No le gustaba nada, ni como hablaba ni como discutía simpre en los debates de clases, queriendo tener la razón.

Pero bueno, despues sucedió la cita a ciegas en el cine, ideada por Diana; y poco a poco, muy lentamente ambos llegaron a conocerse un poco más.
Fue difícil, Erika jamas había salido con un hombre, y Cruz si tenia experiencia en el trato con las mujeres. Su perseverancia en conquistar a Erika, sus frases cursis, que tan nerviosa la ponian a ella, todo esto fue desvaneciendose en las primeras salidas que tuvieron. Y ambos llegaron a conocerse y abrirse uno al otro.

Erika le contó de la muerte de su madre, de sus ideas de estudiar Arte en la ciudad, de sus sueños más profundos y secretos. Realmente llegó a abrir su corazón a Cruz.
El tambien tenía una vida complicada, era filósofo, y siempre se cuestionaba todo, esta en un momento especial de su vida, nunca había ejercido su profesión y trabajaba en un mercado de cadete. Pero estaba harto de esto, y no sabía como seguir con su vida, que pasos dar. Acaba de terminar una relación de tres años, con planes de casamiento. Su novia lo había dejado dos meses antes de la boda y ahora había vuelto al mundo social.
Erika no podía creer, escucharlo. Parecía otra persona, podía hablar seriamente y hasta sintió algo especial, algo que nunca había sentido por nadie. Quería ayudarlo, pero también quería conocerlo.
Con cada salida los preconceptos que ambos se tenían fueron cambiando 180º grados. Ahora compartían caminatas, gustos, peliculas y programas. Se divertían mucho juntos.
y asi salieron durante un mes, todas las semanas se veían o hablaban. Mas alla del curso de filosofía que ambos compartían.
Alli nadie sabía nada de lo suyo, mantenian reservado sus salidas. Fue un acuerdo entre ambos, total no había compromiso, unicamente salían como dos amigos.

Pero una semana en una de las salidas, Cruz la invitó a comer un pic nic junto al río. Erika aceptó, pareciendole divertida la idea.
El se ocupo de todo, de llevar comida, bebidas, un mantel. Erika no podía creer el despliegue de cosas que había preparado, y mientras comían y reían el se acercó a ella, y la miró... Erika no entendía o no quería entender que estaba por pasar.
Pero el fue directo a sus labios y le dio un beso, tan dulce, tan inesperado.
Erika, que nunca había estado con otros hombres, no supo como reaccionar, que hacer, que decir. Era su primer beso. El primero. No sabía si estaba bien, si estaba mal, que debía hacer o decir, un escalofrio la atravesó completamente.
Lo único que sabía es que amaba a Cruz, pero amar ella, a él?? si no sabía lo que era el amor, si nunca nadie la había querido.
No lo sabía, pero ese beso fue el comienzo de un romance, de un noviazgo, de una aventura.

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